La gastronomía tradicional de la comarca
estaba condicionada por la economía, se cocinaba y se comía lo que la tierra
daba o se podía conseguir en el cercano mercado de Villadiego de los lunes. Siendo
esta una zona rica en cereales, el pan era
el alimento principal y se hacia en cada casa, en el propio horno y con forma
de hogaza o torta de aceite. Cuando se quedaba muy duro era aprovechado
para las sopas de ajo, los cuales se dan bastan bien por aquí, siendo afamada
entre otras, la feria de Santiago en Castrojeriz para
comprarlos.
La matanza del chino, como se le
llama en la comarca, era fundamental para la familia ya que si bien se dice que del cerdo se
aprovecha todo, de su buena y correcta administración dependía la alimentación
ya que era la fuente principal del consumo de carne durante todo el año. La matanza era mas que un hecho
domestico, era también una fiesta, un acontecimiento social y una escusa para la reunión
familiar y vecinal.
Del
cerdo se obtienen los chorizos, las jijas, lomos, costillas, tocino, etc y
también uno de los embutidos mas famosos de la zona : las morcillas, que si
bien se caracterizan las de todo Burgos por la utilización del arroz, desde el
siglo XVIII cuando sustituye al pan como principal componente en su
elaboración, en cada pueblo tienen alguna especia que las distingue, siendo sus
ingredientes en la nuestra además del mencionado arroz, las tripas, sangre, la
manteca, pimentón dulce y picante, pimienta negra, cebolla y sal. El agua con
el que se cocían, es decir "el calducho", se tomaba como sopa. La cebolla de la tierra, la "horcal" es la mejor para estos usos y por eso se llama también cebolla
de matanza o de Palenzuela.
Se completaba la
dieta, entre otros alimentos con patatas, cecina, legumbres, (habas, titos,
garbanzos, alubias, lentejas, etc ), huevos y pollos, conejos y pichones que se
criaban en casa y la naturaleza obsequiaba con alguna liebre, codorniz o perdiz
de caza, junto con los cangrejos que se pescaban en el río, los caracoles por
primavera y las setas en el otoño.
Pero sin duda el plato mas apreciado y que no puede faltar en ninguna celebración que se precie por estas tierras es el cordero o lechazo que se consume de aproximadamente un mes, alimentado solamente con la leche de su madre y de entre nueve a doce kilos de peso en vivo, se cocina al horno que si es de leña pues mucho mejor. Aunque sean mas famosos los de Lerma, Aranda y otros lugares los nuestros no desmerecen nada.
De la leche de la oveja churra, la habitual en la zona, se obtiene además, otro de los productos típicos de la comarca: el queso, que tiene por estas tierras forma cilíndrica, de aproximadamente un kilo, corteza delgada y lisa de color amarillento, siendo en su interior del mismo color y de sabor fuerte y con aromas de las hierbas que pacen sus madres en el campo y un poco picante y salado. También se come el queso fresco con miel, y otros postres lácteos como el requesón, la leche frita o el arroz con leche pueden ser un buen final de una buena comida.
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