miércoles, 1 de mayo de 2013

Peña Amaya . Ruta.


 LA PEÑA AMAYA.  2.  LA RUTA. 



   De todo lo contado, hoy poco nos ha quedado. En la ruta propuesta, podremos observar la trinchera abierta en dura roca de acceso al castro, posiblemente de época cántabra. Las ruinas del pueblo medieval, que tal vez reaprovechó estructuras más antiguas. En la mole donde estaba el castillo, será fácil desde la vista aérea distinguir la estructura del pueblo y las murallas concéntrica


    En el mismo castillo se conservan restos de algunos cimientos, descubiertos por una empresa de arqueología con la autorización de la Junta. Por desgracia, también veremos otras catas ilegales y que desde aquí reprobamos.

    La ruta propuesta incluye un paseo por todos estos restos, vigilados hoy por el vuelo de los buitres y alimoches, verdaderos protagonistas actuales de la Peña Amaya, aunque diezmados debido a la actual y estricta normativa ganadera, que se olvida totalmente de la conservación de la vida salvaje. Las vistas desde las cimas serán espectaculares.

    Empezaremos en el aparcamiento, en el que para los que se haya subido en coche será la explanada al final de la pista de tierra a media altura de la peña Amaya. En esta explanada ya nos podremos situar, viendo al Sur, por la pista donde hemos venido, nuestra comarca y mucho de sus pueblos. Al Norte tendremos la imponente peña de Albacastro, que discurre paralela a las formaciones de Peña Amaya. La peña de Albacastro, de altura similar a las formaciones de Peña Amaya es otro gran ejemplo de las loras burgalesas. En su ladera sur, visible desde el aparcamiento, podremos observar las repoblaciones de pino en escalera realizadas por el ICONA con nulo acierto, que en muchos casos ha llevado a la erosión de la ladera. Al Oeste, a lo lejos, podremos distinguir algunos de los picos de la montaña palentina, Curavacas, Peña Redonda, que en días claros podremos observar desde arriba con más claridad. En la misma dirección, en el fondo del valle, entre las dos peñas de Albacastro y Peña Amaya se encuentra el abandonado pueblo de Puentes de Amaya, en el que hace bastantes años aún conservaba una iglesia en ruinas con bonitas pinturas románicas.

     Hacia el Este tendremos el camino de ascensión, el cual deberemos hacer andando. Por este camino empezaremos a observar las primeras huellas de sus antiguos pobladores, viendo las trincheras, que servían de camino entre roca viva abierta a pico. Este era el camino de acceso a las poblaciones y fortificaciones superiores.

    Siguiendo recto el camino, en dirección hacia la ahora visible mole del Castillo, pronto llegaremos, a unos 400 metros del origen de la ruta, al antiguo y hace tiempo abandonado poblado medieval, construido seguramente sobre restos de las anteriores poblaciones. Lo que hoy podremos ver, en un área de 1200x400 metros, será montones de piedras que nos harán imaginar la original disposición de casas, corrales y calles de la población. También se podrá intuir el trazado de las antiguas murallas.


    Nuestra ruta transcurrirá siguiendo el camino, a la misma altitud y bordeando la peña del Castillo por la derecha. Pasaremos por unos árboles muertos y pronto veremos al fondo a la derecha un vacío depósito de agua. Nosotros seguiremos a la izquierda por la acequia que llevaba el agua al depósito desde la fuente. Podremos comprobar la razón por la que el depósito está vacío, y es que lo que en su día fué una acequia en bajada hasta él, hoy lo es en subida, debido a los desplazamientos de la montaña. También veremos ya la peña de la Muela, a donde queremos subir.

    En la fuente podremos refrescarnos un rato con su limpia agua, algo necesario si elegimos para realizar la ruta el verano, debido a la ausencia de sombras.

    Nuestro camino seguirá hacia el Noreste, subiendo y acercándonos a la base del acantilado de la peña de la Muela, que en donde empieza su parte más gruesa, es por donde podremos subirla. El camino a seguir, será un corredor natural, que estará señalizado con amontonamiento de piedras a modo de mojones. Será visible una vez estemos allí en la base. La ascensión tiene un poco de dificultad y habrá que hacerla en zig-zag y con sumo cuidado de dónde pisar.

    En unos 20-30 metros desde la base del acantilado, estaremos arriba. Desde aquí tendremos una buena visión desde arriba de la Peña el Castillo, a la que subiremos una vez hayamos visitado la Muela. A partir de ahora podremos recorrer hacia el Este los 2-3 Km. de la Muela hasta llegar al final, donde está su parte más alta y señalizada por un vértice geodésico. Estaremos a 1377 metros de altitud. En días claros, las vistas serán espectaculares. Al sur podremos ver muchos de los pueblos de nuestra zona: Sotresgudo, Barrio la ermita de San Miguel de Zarzosa, Olmos... Hinojal no será visible al estar metido en un valle, pero si se podrá ver la mayor parte de su término. Hacia el Noreste podremos ver entre otras, la zona de Humada, Peña Ulaña y entrever el cañón del Rudrón.

    Podremos pasear por la meseta de la Muela, viendo los restos de antiguas casetas y muros a modo de refugio que quedan. La vuelta la haremos por donde hemos venido, para bajar la Muela por el mismo corredor.

    En vez de bajar hacia la fuente, una vez al pie del acantilado abajo del corredor, seguiremos por el camino que transcurre pegado a las paredes de roca de la Muela hasta el Collado entre la peña del Castillo y la de la Muela.



    Cuidado al transitar por aquí, ya que vamos pegados e incluso debajo de la pared, en la que recientemente ha habido desprendimientos.

    La forma del collado nos recuerda a la pirenaica Brecha de Rolando cerca del valle de Ordesa. Esta formación bien podría ser considerada la "Brecha de Joselón", actual y a la vez mítico guardián de la Peña Amaya . No es raro verle por allí estudiando la naturaleza y su relación e influencia con lo humano, que puede sorprender hasta a los más incrédulos.



     A esta altura del collado, seguiremos a la izquierda de la Peña el Castillo hasta encontrar el empinado y peligroso corredor que nos llevará hasta la cima de la peña donde estaba la antigua fortaleza de Amaya.

    Habrá que extremar la precaución en caso de que el suelo esté resbaladizo, siendo desaconsejable subir por aquí si no es con material y preparaciones adecuadas. Arriba, si nos fijamos bien podremos ver algunos restos de muros y cimientos que formaban parte del hoy desaparecido castillo.

    Igualmente las vistas desde aquí serán espectaculares. Es interesante fijarse en los restos del poblado, ahora mucho más abajo dirección suroeste. Desde esta altura será más fácil distinguir la forma que tuvieran las casas, corrales y calles, así como las murallas concéntricas.
Difícil distinguir corral de muralla, pero de lo que no nos cabe la menor duda es de las historias épicas aquí ocurridas, ya sea a base de espada o de arado de campesino o cayado del pastor.



    La bajada la podemos hacer desde el Castillo dirección Sur por otro corredor, con menos inclinación que el de subida pero que igualmente puede ser peligroso. Justo aquí podemos ver unas piedras bien colocadas que fueron uno de los muros del castillo. Siguiendo bajando, llegaremos a los restos del poblado de nuevo. A partir de ahí la vuelta será por el mismo camino que subimos desde el aparcamiento.

Bibliografía:

- Cañizar de Amaya. Máximo Pedrosa, Saturnino Nogales, Bonifacio Moral, Isidro García.
- Guía de Burgos: Itinerarios por la provincia. Enrique del Rivero
- Rincones singulares de Burgos. IV Sedano y las Loras. Enrique del Rivero.
- Cuadernos de Campoo nº 10. Los Foromontanos.
- www.celtiberia.org
- http://www.arrakis.es/~granada/SASAMON/HISTORIA.HTM

    Esta entrada junto con la anterior estan fusiladas de la web de Hinojal de Pisuerga. Os recomiendo su visitada por su excelente calidad.

 http://www.hinojal.arrakis.es/Rutas/PenaAmaya/PenaAmaya.htm


No hay comentarios:

Publicar un comentario