jueves, 19 de junio de 2014

Gastronomia de la zona.

   La gastronomía tradicional de la comarca estaba condicionada por la economía, se cocinaba y se comía lo que la tierra daba o se podía conseguir en el cercano mercado de Villadiego de los lunes. Siendo esta una zona rica en cereales, el pan era el alimento principal y se hacia en cada casa, en el propio horno y con forma de hogaza o torta de aceite. Cuando se quedaba muy duro era aprovechado para las sopas de ajo, los cuales se dan bastan bien por aquí, siendo afamada entre otras, la feria de Santiago en Castrojeriz para comprarlos.

    La matanza del chino, como se le llama en la comarca, era fundamental para la familia ya que si bien se dice que del cerdo se aprovecha todo, de su buena y correcta administración dependía la alimentación ya que era la fuente principal del consumo de carne durante todo el año. La matanza era mas que un hecho domestico, era también una fiesta, un acontecimiento social y una escusa para la reunión familiar y vecinal.

  

    Del cerdo se obtienen los chorizos, las jijas, lomos, costillas, tocino, etc y también uno de los embutidos mas famosos de la zona : las morcillas, que si bien se caracterizan las de todo Burgos por la utilización del arroz, desde el siglo XVIII cuando sustituye al pan como principal componente en su elaboración, en cada pueblo tienen alguna especia que las distingue, siendo sus ingredientes en la nuestra además del mencionado arroz, las tripas, sangre, la manteca, pimentón dulce y picante, pimienta negra, cebolla y sal. El agua con el que se cocían, es decir "el calducho", se tomaba como sopa. La cebolla de la tierra, la "horcal" es la mejor para estos usos y por eso se llama también cebolla de matanza o de Palenzuela.

    Se completaba la dieta, entre otros alimentos con patatas, cecina, legumbres, (habas, titos, garbanzos, alubias, lentejas, etc ), huevos y pollos, conejos y pichones que se criaban en casa y la naturaleza obsequiaba con alguna liebre, codorniz o perdiz de caza, junto con los cangrejos que se pescaban en el río, los caracoles por primavera y las setas en el otoño. 



    
    Pero sin duda el plato mas apreciado y que no puede faltar en ninguna celebración que se precie por estas tierras es el cordero o lechazo que se consume de aproximadamente un mes, alimentado solamente con la leche de su madre y de entre nueve a doce kilos de peso en vivo, se cocina al horno que si es de leña pues mucho mejor. Aunque sean mas famosos los de Lerma, Aranda y otros lugares los nuestros no desmerecen nada. 

     De la leche de la oveja churra, la habitual en la zona, se obtiene además, otro de los productos típicos de la comarca: el queso, que tiene por estas tierras forma cilíndrica, de aproximadamente un kilo, corteza delgada y lisa de color amarillento, siendo en su interior del mismo color y de sabor fuerte y con aromas de las hierbas que pacen sus madres en el campo y un poco picante y salado. También se come el queso fresco con miel, y otros postres lácteos como el requesón, la leche frita o el arroz con leche pueden ser un buen final de una buena comida.





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